Suele acontecer de forma natural, pero puede deberse a otros motivos como por ejemplo las enfermedades autoinmunes, iatrogénicas (cirugía, radioterapia, quimioterapia…), genéticas, etc. Supone para la mujer una etapa de cambios físicos, sexuales y psicológicos, tales como sofocos, sudores nocturnos, insomnio, sequedad vaginal, falta de líbido, etc. que modifican su vida cotidiana.